lunes, 9 de mayo de 2016

7 consejos para usar el grupo de Whatsapp de padres del cole

Whatsapp es una herramienta fantástica que nos permite estar en contacto con las madres y los padres de los niños de la clase de nuestros hijos, algo que es una ventaja y de mucha utilidad para intercambiar información sobre reuniones, cumpleaños, trabajos en grupo, noticias del cole, etc... pero de este uso hemos pasado a otros que están generando problemas. Además en ocasiones le dedicamos más horas a chatear que casi a nuestros hijos. Hemos pasado de los corrillos a las puertas del cole a los grupos de Whatsapp.
Nos quejamos del mal uso que hacen nuestros hijos del whatsapp: que si cotillean, si juzgan e inventan cosas, si critican… pero, ¿cómo lo utilizamos nosotros? Reflexiona con estos 7 puntos sobre cómo lo hacemos. ¡Siempre estás a tiempo de cambiar!

7 consejos para su buen uso

  1. Finalidad: Intenta solo utilizar el grupo de Whatsapp de la clase para intercambiar información útil sobre tu hijo y el grupo-clase. Si no tienes nada positivo, útil e interesante que aportar mejor no escribas nada.
  2. Cometido: No te conviertas en la agenda de tu hijo: deja que aprenda a asumir sus propias responsabilidades. El cometido de este grupo es intercambiar información no organizar el tiempo libre de tu hijo.
  3. Rehuye ciertos comentarios. Este grupo no es para criticar al profesorado, ni el lugar para cuestionar su labor.  Muérdete la lengua y no escribas frases como “pone excesivos deberes”, “no me gusta cómo trabaja con los niños”, “les pone pocas tareas para vacaciones con el tiempo que tienen”, etc… Es mejor decírselo al propio profesor. Y os recomendamos que ante el mal uso de alguno de los miembros del grupo no dejes pasar la ocasión y muestra tu desagradoante la actitud.
  4. No difundas rumores. Evita comentar los rumores que se compartan en el grupo e intenta erradicarlos. No difundas rumores sobre el profesor creando confusión y malos entendidos. Abandona frases como “a mí me han dicho…”, “me han contado que…”, “he oído que…”.
  5. Si tus intentos de eliminar estas actitudes del grupo son fallidos, siempre tienes la opción de abandonar el grupo y dejar de formar parte del mismo. Aunque algunos no lo entenderán a veces es la mejor opción.
  6. No compartas en el grupo contenidos que atenten contra la privacidad de nadie ni sea ofensivo hacia otros (padres, profesores, etc.)
  7. Problemas con el profesorado. Si tienes algún problema que resolver con el profesor, no lo hagas a través del grupo. Olvídate de frases del tipo “a mi hijo no le hace caso”, “a mi hijo no le atiende”... ve directamente al centro a hablar con él cara a cara. De esta forma le darás la opción de poder ofrecerte sus argumentos sobre lo sucedido.


Estos grupos son una oportunidad, no la desaprovechemos, para promover un acercamiento entre la familia y el colegio. La finalidad no es otra que establecer una sólida alianza educativa por el bien de nuestros hijos y alumnos.
Óscar González
Autor del libro Familia y Escuela, Escuela y Familia

lunes, 8 de febrero de 2016

TE PRESENTO: A MI AMIGO INVISIBLE

  • Por CRISTIAN VÁZQUEZ
  •  
  • 7 de marzo de 2013

  • Un día, el niño les habla a sus padres de alguien a quien ellos no conocen. Alguien a quien no pueden ver ni siquiera cuando su hijo juega y conversa con él. Es el amigo imaginario o invisible del pequeño, una figura que a veces causa en los mayores dudas y temores.
    "¿Tiene el niño algún problema?" o "¿Ve fantasmas?" son algunas de las dudas frecuentes ante un amigo imaginario en la infancia. Hay que mantener la calma porque la respuesta es que no: tener amigos imaginarios es de lo más normal (e incluso beneficioso) en cierta etapa de la vida de los menores, afirman los expertos.
    Un amigo imaginario es "un personaje invisible con quien el niño juega durante varios meses, que tiene un aire de realidad para el pequeño, pero ninguna base objetiva aparente", define la especialista estadounidense Margaret Svendsen.

    Los psicólogos infantiles no consideran la creación de amigos imaginarios como un problema patológico, sino como algo normal. Entre el 12 y el 33 % de los niños de entre dos y seis años crea amigos imaginarios, revela un estudio de Jacqueline Benavides Delgado, magíster por la Universidad del País Vasco e investigadora de la Universidad de Los Andes (Colombia).
    Los niños que crean amigos imaginarios aprenden a comprender las emociones de los demás
    Su trabajo indica que los amigos imaginarios permiten al pequeño relacionarse con el mundo, a través del juego y la fantasía, y expresar sentimientos y emociones que, de otro modo, quedarían reprimidos. Benavides explica que la creación de estos personajes invisibles no tiene por qué revelar carencias infantiles.
    El amigo invisible "ayuda al niño a asumir el rol de un personaje y, por tanto, a ponerse en el lugar de otro", dice. Los menores ejercitan a través de su amigo imaginario su capacidad de comprender las emociones de los demás.
    Los amigos imaginarios no son alucinaciones, ya que son los pequeños quienes las crean y las controlan. Además, aparecen "en una etapa de desarrollo del niño que está marcada por la representación y el simbolismo", señala Benavides.



    Los niños que crean amigos imaginarios tienen una mejor capacidad lingüística, afirma en un trabajo científico realizado por expertos de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda).
    El estudio midió el vocabulario y la habilidad para narrar historias reales y de ficción, tanto en pequeños que tenían amigos imaginarios como en otros que no. El resultado fue que los primeros demostraron una capacidad para contar mejor las historias.
    Según Elaine Reese, una de las directoras de la investigación, "los niños con compañeros invisibles pueden haber obtenido práctica extra contando historias", ya que primero crean relatos para sus amigos imaginarios y, luego, vuelven a contarlos a los adultos interesados.
    Y "ya que la habilidad del pequeño para contar historias ayuda a la capacidad para leer, también puede mejorar su rendimiento académico", añade la especialista.

    viernes, 24 de octubre de 2014

    COMO AFRONTAR LA LLEGADA DE UN HERMANO


    Cuando llega un bebé a la familia, el hijo mayor necesita un tiempo para aprender a compartir a sus padres. La cuestión radica en cuánto mimarle para que no se sienta menos querido, ni se convierta en un niño consentido.
    Isabel Álvarez (Psicóloga)
    Con la llegada de un hermano, los celos son un sentimiento normal y hasta positivo en los niños, siempre que los vivan dentro de unos límites razonables. Indican que el pequeño ha desarrollado con sus padres el sentimiento de “apego”, fundamental para que pueda amar y ser amado en el futuro, y que ha establecido un fuerte vínculo familiar. Por eso lo defiende cuando lo cree amenazado.
    Y es que las cosas cambian mucho para él cuando llega el bebé. Si hasta ese momento era el centro de todas las miradas, ahora las visitas fijan su atención en el recién llegado. Y sus padres tienen menos tiempo para atenderle. Por todo ello, para evitar que lo pase fatal, hay que ayudarle a entender su nueva situación. Salvo casos contados, el niño resuelve bien sus celos una vez que comprueba que el cariño de sus padres no se esfuma por compartirlo.
    EL PROCESO DE ADAPTACIÓN
    Hay muchas medidas que puedes adoptar para facilitar a tu hijo la tarea de aceptar a su hermano. Por ejemplo:
    • Permitirle que mire y acaricie al pequeño con cuidado tanto como quiera.
    • Dejar para más tarde el traslado a su cuarto, para que no se le junten demasiadas novedades al mismo tiempo.
    • Pedir a vuestros familiares y amigos que cuando vayan a veros, reparen en el hijo mayor, no sólo en el bebé.
    A partir de ahí debes asumir que tu primogénito va a atravesar un proceso de adaptación, que no debes intentar suavizarle. Por ejemplo, no le da seguridad que le compres muchos regalos para compensarle por la llegada del hermanito. Al contrario, puede llegar a desconfiar de ti, por haberte vuelto tan generosa. Es más pedagógico que te comportes de este otro modo:
    • Todos los días dedícale un ratito en exclusiva (para hablar, ver fotos...).
    • Anímale a expresar los sentimientos que le originan la presencia del bebé. Cuando te diga cosas como “¿cuándo lo devolvemos?”, respóndele con cariño que el bebé forma parte de la familia y que no se irá nunca, y que entiendes que, de momento, se sienta así por ello. Insístele en que el bebé crecerá enseguida y podrá jugar con él.
    • Encauza positivamente sus llamadas de atención. Si te pide de nuevo el biberón o el chupete, dáselo. Las regresiones a etapas anteriores son la forma que tiene el niño de decir que desea ser como el bebé. Si los padres actúan con naturalidad ante ellas, el pequeño enseguida comprueba que “eso” ya no le satisface y deja de comportarse como cuando era más pequeño.
    • Corrige con dulzura sus “excesos” de amor con el bebé. Si de tanto abrazarle le hace llorar, no le riñas; pídele que te ayude a consolarle. Así le das la posibilidad de redimirse y de sentir que puede querer a su hermanito. Si le pillas “in fraganti”, adviértele con voz firme que desapruebas su conducta y que no debe repetirla jamás.
    ANTE TODO, CARIÑO Y PACIENCIA
    Aunque a tu hijo mayor le cueste aceptar a su hermano, no le ayuda que le mimes y le protejas en exceso, ni que muestres una fingida actitud de desapego hacia el bebé.
    Si eres cariñosa con los dos y concedes a tu primogénito algún privilegio por ser el mayor, podrás reprenderle siempre que tengas que hacerlo, sin que se sienta mal por ello. Tu actitud serena y tus muestras de afecto hacia los dosreyes de la casa acelerarán su proceso de adaptación.
    SIGUE SIENDO MUY PEQUEÑO
    Que el hijo mayor participe en los cuidados del bebé es un acierto: le hace sentirse útil y le facilita mucho la aceptación del recién llegado.
    Sin embargo, hay que evitar que considere su “ayuda” como una obligación, porque esto le agobiaría y le impediría sentirse plenamente feliz consigo mismo y con su hermanito.
    Y es que, cuando nace el segundo hijo, los padres no deben olvidarse de que suprimogénito sigue siendo muy pequeño.
    Keywords: llegada de un hermano | Categoría: Psicología

    jueves, 25 de noviembre de 2010

    BRAIN GYM o KINESIOLOGÍA EDUCATIVA


    En el aula la practicamos, si queréis conocer más, seguid leyendo.

    ¿Qué es el Brain Gym?

    El Brain Gym funciona bajo la idea de que encontrando los movimientos correctos del cuerpo se pueden superar los problemas de aprendizaje. De ahí su nombre, ya que Brain Gym significa gimnasia del cerebro.

    El método Deninson no trata exactamente de ejercicios gimnásticos, si no más bien de corregir movimientos del cuerpo que, de forma inconsciente, no se hacen adecuadamente (pueden pasar desapercibidos a un observador no entrenado).

    Al repetir estos movimientos de forma correcta se abren nuevas conexiones cerebrales entre las neuronas. Esto desbloquea esos puntos del cerebro que, según el Brain Gym, pueden estar produciendo los problemas de aprendizaje.

    La Kinesiología Educativa no se dirige exclusivamente a niños y niñas con problemas de aprendizaje. Cualquier persona, en cualquier etapa evolutiva, desde la infancia hasta la edad adulta, e incluso personas mayores, experimentan con la Kinesiología Educativa una forma de encontrarse mejor, comprender mejor como funciona su cuerpo y estimular todo su potencial para funcionar mejor en su vida cotidiana, en cualquiera de sus aspectos (colegio, trabajo, estudios, actividades artísticas y deportivas, etc.)

    “Quiero promover la idea que el aprendizaje no debe ser difícil y que movernos para aprender puede aportar salud, inteligencia y la realización de los objetivos que deseamos para nosotros y nuestros hijos.”

    Paul Dennison, creador de la Kinesiología Educativa.


    ¿Por qué hablamos de Brain Gym y de Kinesiología Educativa?

    Paul Dennison trabajaba niños y niñas con problemas de aprendizaje. Para mejorar sus competencias, integró una serie de movimientos en sus clases, que les ayudaban a aprender mejor. Estos son los 26 movimientos de Brain Gym y, al principio, fue el nombre con el que conoció los trabajos de Paul Dennison y su mujer Gail.

    Con los años, los estudios sobre la aplicación del movimiento al aprendizaje fueron ampliándoos por los Dennison y sus colaboradores, incluyendo, entre otros, aspectos de la Kinesiología (Touch for Health), la reeducación postural, la Gimnasia ocular y la integración de los reflejos. Conservamos el nombre “Brain Gym” para las 26 actividades básicas, pero hablamos de “Kinesiología Educativa” o “Edu-K” para hacer referencia a todo el conjunto de técnicas que la integran.
    ¿En qué se basa el Brain Gym?

    En 1987 instituyeron la fundación sin ánimo de lucro "Kinesiología Educativa", fundamentando esta técnica de aprendizaje en el movimiento a través de las teorías de la Kinesiología.

    De este modo el Brain Gym se basa en una teoría de la relación del movimiento con la percepción y el impacto de éstos en la motricidad fina y las habilidades académicas.

    Expansión del Brain Gym

    El método Deninson del Brain Gym se ha extendido desde entonces muy rápidamente. Actualmente se encuentra en uso en más de 80 países, siendo muy utilizado en las escuelas públicas británicas. El Brain Gym se ofrece, no sólo a manera de técnica de aprendizaje infantil, sino también para adultos en algunas partes de los Estados Unidos y Canadá.

    ¿En que casos puede ayudar el Brain Gym?

    El Brain Gym, en principio, puede ayudar con cualquier problema de aprendizaje infantil:
    - Disgrafía: Es la dificultad para escribir (inversión de sílabas, separar o pegar palabras incorrectamente, etc.)
    - Dislexia: Es el trastorno de la escritura y la lectura; dificultad sobretodo para distinguir las letras, como por ejemplo p, q, b, d, más los síntomas de la disgrafía.
    - Discalculia: Es una combinación de las dos anteriores y los problemas de atención. Consiste en una confusión entre los números, invirtiéndolos y escribir 21 en vez de 12 y viceversa, etc.
    - Problemas de atención: Es una de las mayores causas de problemas de aprendizaje. Suelen ser niños con dificultad para estar sentados, hablan mucho y no escuchan, interrumpen, están inquietos, etc.
    - Retrasos en la psicomotricidad: La motricidad en los niños está íntimamente ligada a su relación e interpretación del mundo y, por ende, a la capacidad de aprender. Esta es, de hecho, una de las ideas principales en las que se apoya el Brain Gym.

    sábado, 13 de noviembre de 2010

    COMO HACER QUE NUESTRO NIÑO/A SEA BILINGÜE

    El niño y el bilingüismo
    Por: American Speech-Language-Hearing Association (2008)
    Cualquiera puede aprender un nuevo idioma. A algunas personas les resulta más fácil que a otras, pero todos podemos lograrlo. Las personas que pueden hablar bien dos idiomas son bilingües.
    Los niños, en especial, pueden aprender a ser bilingües. Pueden aprender dos idiomas en el hogar, en la escuela o en la comunidad. Algunos niños aprenden muy bien ambos idiomas, pero la mayoría aprende un idioma mejor que el otro. El idioma que el niño aprende mejor se denomina lenguaje dominante. El lenguaje dominante puede cambiar con el transcurso del tiempo, especialmente si el niño no la utiliza con regularidad.
    Hablar dos idiomas es como cualquier otra destreza. Para poder hacerlo bien, el niño necesita mucha práctica, práctica que los padres pueden facilitar. Sin la práctica, puede resultar difícil para el niño entender o hablar su segundo idioma.
    ¿Cómo puedo enseñar a mi niño a ser bilingüe?

    - Una manera de hacerlo es usar dos idiomas desde el principio. Por ejemplo, uno de los padres o encargados use un idioma mientras que el otro padre o encargado usa otro idioma.
    - Otra manera de hacerlo es usar solo un idioma en el hogar. El niño puede aprender su segundo idioma al comenzar la escuela.
    Proporcione a su niño tantas oportunidades como sea posible de escuchar y practicar ambos idiomas en su vida diaria.
    - Es mejor no usar ambos idiomas en la misma oración. El uso de más de un idioma en una oración le dificulta al niño distinguir entre los idiomas.
    ¿Puede causar problemas de habla o lenguaje el aprendizaje de dos idiomas?

    No. En el mundo entero, los niños aprenden más de un idioma sin por ello sufrir problemas de habla o de lenguaje. Los niños bilingües desarrollan sus destreza de lenguaje del mismo modo que lo hacen los demás niños.
    ¿Qué debo esperar cuando mi niño aprende más de un idioma?

    Cada niño bilingüe es especial y desarrolla el lenguaje a su manera. Pero en general, el aprendizaje de dos idiomas tarda un poquito más que el aprendizaje de uno sólo.
    Al igual que los demás niños, la mayoría de los niños bilingües dicen sus primeras palabras cuando cumplen el primer año; por ejemplo, "mamá" o "papá". Cuando cumplen dos años, la mayoría de los niños bilingües puede usar frases de dos palabras; por ejemplo, "mi pelota" o "jugo no".
    El niño se puede confundir de vez en cuando. Se puede equivocar en la gramática, o puede usar palabras de ambos idiomas en la misma oración. Esto es normal y debe desaparecer poco a poco a medida que desarrolla sus destrezas de lenguaje.
    Cuando se introduce un segundo idioma, es posible que algunos niños no hablen mucho durante un tiempo. Este "período de silencio" puede durar desde unos meses hasta un año. No lo olvide, esto es normal y desaparece con el transcurso del tiempo.
    ¿Qué recursos puedo utilizar para ayudar a mi niño a ser bilingüe?

    - Libros. Puede leerle al niño en ambos idiomas. Puede buscar los libros que necesite en las librerías, las bibliotecas y la "Internet".
    - Cintas de audio y CDs. Las cintas y los CDs en otros idiomas pueden ser también de utilidad. ¡Cantar es una manera útil y muy divertida de aprender un segundo idioma!
    - Videos y DVDs.
    - Existen programas infantiles en muchos idiomas. Estos programas con frecuencia enseñan a los niños los números, las letras, los colores y el vocabulario básico.
    Programas de idiomas. Los niños también pueden aprender a ser bilingües en campamentos de idiomas o en programas de educación bilingüe. Estos programas le brindan al niño la oportunidad de practicar dos idiomas con ostros niños.
    ¿Debemos usar solo un idioma si mi niño está presentando problemas para comunicarse?

    En ese caso es mejor hablar con el niño en el idioma en que se sientan más cómodos. Éste es el caso incluso si el niño usa un idioma distinto en la escuela. Pero trate de no hacer cambios repentinos en la rutina del niño. Esto podría causarle tensión.
    Los niños que presenten problemas en ambos idiomas prodrian necesitar ayuda profesional.

    jueves, 7 de octubre de 2010

    MIEDO A LA OSCURIDAD

    El miedo es una reacción de protección del organismo para huir de las situaciones que entiendan como peligrosas. Uno de los miedos más vividos y sufridos por los niños, principalmente entre los 3 y 8 años de edad, es el de la oscuridad. No se conocen las causas, pero todo puede estar relacionado al conocimiento propio del desarrollo infantil. El miedo a la oscuridad puede nacer después de que el niño haya escuchado algún cuento, o que haya visto una película, o hojeado algún libro. Una imagen, una experiencia, o simplemente la imaginación, puede despertar el miedo a la oscuridad en los niños.

    El miedo a la oscuridad normalmente aparece a la hora de dormir. Cuando un niño pide a sus padres a que no le apaguen la luz, puede estar queriendo alargar su día como puede estar con miedo de estar en la oscuridad.

    ¿Cómo se puede tener miedo a oscuridad?
    En realidad se supone que los niños relacionen la oscuridad con sentirse solos y desamparados, o con alguna sospecha de que la oscuridad esconde a personas desconocidas o monstruos debajo de su cama, dentro de su armario o detrás de las cortinas de su habitación. Un simple ruido puede representar alguna amenaza, de algún fantasma o de otra criatura de su imaginación. Otro motivo que puede causar miedo a los niños es un cambio de casa. La nueva habitación puede despertar su imaginación para lo desconocido.
    En muchos casos, la oscuridad representa el fin, el término de los bueno, cuando los padres se van, cuando ya no se puede leer ni jugar, ni hacer nada de divertido. En ese caso, no se trata de miedo y sí de inquietud por lo que ya no puede hacer, por la impotencia.

    Qué hacer contra el miedo a la oscuridad
    Cuando los padres identifican que el rechazo de su hijo está relacionado a este último caso, es decir, con el simple hecho de que no quiere estar solo, o no quiere estar en la cama porque lo que quiere es aún jugar y estar con sus padres, no existe otro remedio que ser firmes. “Es la hora de irse a la cama y punto”. Se le da un beso, se le desea buenas noches, y ya está. El niño acabará aprendiendo que sus excusas no funcionan, y se dormirá.

    En el caso de que los padres valoren que las excusas de su hijo es por estar verdaderamente con miedo y muy asustado, no se debe menospreciar o burlar de la situación. En este caso, se debe charlar con el niño, demostrarle cariño, y comprensión. Se debe dar un poco más de atención a él. Leer o contar un cuento alegre y positivo, charlar sobre las experiencias del día, etc., puede resultar. Le ayudará a distraerse un poco hasta que el sueño llegue. Muchos padres suelen poner pequeñas luces en los enchufes, paredes, o en pequeñas lámparas, para que el niño no está en total oscuridad. Suele tener buenos resultados. Otra alternativa sería regalar al niño un muñeco o un peluche que le haga compañía, o que necesite de su cuidado, le ayudará a sentirse más arropado. Para que el niño se sienta más seguro, no cierre las puertas de las habitaciones o deje alguna luz, de un pasillo por ejemplo, encendida.

    Expertos recomiendan juegos en la oscuridad contra el miedo
    Algunos expertos en temas de sueños recomiendan a que, durante el día, se cierren las ventanas de la habitación e inventen juegos en la oscuridad. De esta forma se pretende que el niño se familiarice con la ausencia de luz, y disfrute de juegos como las sombras de los dedos en la pared, a encontrar cosas, a adivinar lo que se estar tocando, etc. Inventar secretos para acabar con los monstruos también ayudan al niño a dominar el miedo del oscuro. Cuando se trata de miedos, todo es aceptable y recomendable.

    Otra sugerencia sería tranquilizar al niño antes de que se vaya a la cama. Un cuento, una ducha, una canción o una música tranquila pueden ayudar a que relaje. A los pequeños les encantan el masaje también. Nada más favorable y relajante.

    Solamente en los casos más graves, cuando el miedo ya impide a que el niño duerma las horas necesarias para su bienestar, o que no funcionen ninguna de las alternativas mencionadas, es que sea recomendable la ayuda y la orientación de un psicólogo

    miércoles, 4 de marzo de 2009

    ESTRABISMO INFANTIL Y PROBLEMAS DE LA VISTA

    La miopía, el astigmatismo y la hipermetropia son los problemas de la vista más comunes en los niños y bebés

    Según la Academia Americana de Oftalmología, los problemas de la vista como la miopia, la hipermetropia, el estrabismo, u otros, afectan a más del 20% de los niños en edad escolar. Esto representa que uno de cada cuatro escolares sufre algún problema visual, por lo que es muy importante que los niños sean examinados para identificar posibles problemas visuales que pudieran perjudicar su desempeño académico. Todo eso puede ser consecuencia del gran esfuerzo intelectual a que se ven sometidos los pequeños desde las edades más tempranas. La televisión, el ordenador, etc, son aparatos que exigen mucho del sistema visual del niño llegando a impedir, en algunos casos, su adecuado desarrollo.Si tu hijo presenta dolor de cabeza al salir de la escuela, tiene ojos irritados al hacer sus tareas escolares o frunce el ceño al momento de leer, probablemente se deba a una dificultad en la visión. Los niños pueden tener problemas refractivos como miopía, hipermetropía y astigmatismo, como también problemas como estrabismo: ojos cruzados; ambliopía: ojo perezoso o la ptosis: párpados superiores caído, que pueden alterar la vida escolar de los pequeños estudiantes.El cuidado de los ojos en los niños también incluye protegerlos de los efectos de los rayos UV emitidos por el sol.
    Niños y bebés míopesLos niños que sufren miopía se caracterizan por no ver correctamente los objetos o personas que se encuentran lejos. Los niños suelen apretar los ojos para enfocar mejor. Aquellos que no usan gafas, normalmente, son más tímidos y despistados, y prefieren actividades como la lectura, pintura o manualidades. Los síntomas pueden ser confundidos con trastornos la escrita, como es el caso de la dislexia, ya que muchos niños, por no conseguir ver bien, pueden cambiar, al copiar de una pizarra, letras como la p con la q, o la d con la b. En esos casos lo mejor es consultar a un oftalmólogo, lo antes posible.
    Hipermetropía en niños y bebésLa hipermetropía es justo lo contrario de la miopía. Los afectados de hipermetropía tienen una percepción borrosa de los objetos cercanos. Es habitual que los niños, al forzar la vista, presenten dolor de ojos o cabeza, lagrimeo, y pestañeo frecuente. Generalmente, prefieren jugar al aire libre.
    El astigmatismo en niños y bebésUna persona con astigmatismo percibe una visión deformada de las cosas, tanto de lejos como de cerca. Suele estar asociado a la miopía o a la hipermetropía presentando síntomas de ambas patologías.
    Ambliopía u ojo vago en niños y bebésAmbliopía u ojo vago afecta a cuatro de cada cien niños en España. Consiste en la pérdida parcial de la visión en uno o en los dos ojos de un niño que no puede ser corregida con lentes. Puede corregirse cuando se detecta y se trata antes de los 7 años. Si no se procede antes de esa edad puede conllevar una gran pérdida de visión del ojo afectado, dado que éste no se desarrolla adecuadamente y, poco a poco, va dejando de trabajar, de estimularse, con lo que acaba perdiendo capacidad de visión. Esta patología ocular se presenta en la edad infantil, por lo que su detección precoz es fundamental para un tratamiento adecuado.
    Estrabismo en niños y bebésEl estrabismo es una pérdida de paralelismo de los ojos en donde cada uno de ellos mira en dirección diferente. Este defecto ocular supone un problema grave del sistema visual que debe ser evaluado inmediatamente por un especialista.
    ESTRABISMO
    Estrabismo, bizquera o desviación es básicamente lo mismo. Es la dolencia ocular más frecuente en la infancia, seguido de la miopía. El niño es bizco cuando no presenta paralelismo entre los ejes anteriores y posteriores de su mirada, y se nota claramente una desviación manifiesta en sus ojos, que tanto puede ser hacia adentro, afuera o arriba. El desvío puede ser constante o intermitente, y tanto puede predominar en un ojo o bien alternar entre los dos.

    Durante los primeros cuatro meses de vida del bebé, cuando existe una maduración del sistema nervioso central, ya se puede observar algún síntoma del estrabismo. Se puede observar una desviación intermitente y alterna que desaparece espontáneamente y de una forma natural. Sólo cuando la desviación sea constante es que se la puede considerar como un primer síntoma de una patología intraocular con perdida de visión importante desde el nacimiento.

    Al contrario de lo que muchos puedan pensar y de lo que sucede en los adultos bizcos, el estrabismo en la infancia no produce una visión doble. Durante los primeros años de vida el cerebro del niño suprime la imagen de uno de los ojos en el momento de la desviación. Es por eso que cuando existe un estrabismo constante en uno de los ojos, se produce la supresión de la imagen y se presenta ojo con ambliopía, u ojo flojo, de una forma secundaria. Un niño estrábico enfoca un ojo en un objeto mientras el otro no le sigue coordinadamente.


    Causas del estrabismo
    Todavía se desconoce las causas reales del estrabismo, aunque se lo asocia a antecedentes familiares de la enfermedad, a periodos de hipoxia durante el parto o en edades tempranas. El origen del estrabismo puede residir en un funcionamiento deficiente del músculo ocular, en una incapacidad cerebral para fusionar la imagen de ambos ojos, o en errores refractivos que no permiten una buena visión y desvían los ojos. También puede ser adquirido de formas secundarias, a través de golpes, diabetes, accidentes vasculares, tumores cerebrales, hipertensión arterial, enfermedades musculares o degenerativas, neurológicas, entre otras.

    Una enfermedad infecciosa también puede provocar el estrabismo. Las parasitarias pueden provocar problemas a nivel ocular. Estos parásitos pueden ser adquiridos en el primer trimestre del embarazo, a través del consumo de carne no muy bien cocida ni supervisada, o durante la convivencia muy cercana con gatos y perros, y llegar a dañar el sistema nervioso central.

    Los estudios señalan que 20% de los niños necesitan de alguna corrección visual

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    A la más mínima duda sobre si tu hijo tiene problemas de visión, consulte a un especialista. El estar atento a cualquier señal podrá ahorrarle problemas en el presente y en el futuro. Los especialistas recomiendan que el niño pase por una exploración ocular con alguna frecuencia. Lo ideal sería a cada dos o tres años, a partir de los 3 años de edad. Aunque el niño no se queje o presente señales de perturbaciones en su visión, la visita al médico es la mejor forma de prevenir posibles problemas mayores. Cuanto más temprano sea detectado el problema, más fácil será corregirlo. Los estudios señalan que aproximadamente un veinte por ciento de los niños necesitan de alguna corrección visual. Tu hijo puede ser uno de ellos. Por lo tanto más vale conocer algunos consejos que podrán ayudarte en este sentido.
    Examen de la vista del bebé y del niño según la edadLa Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology) afirma que la detección y el tratamiento tempranos de muchas enfermedades que ponen en peligro la vista pueden curar o disminuir la progresión de la pérdida de la vista. Tratándose de niños, la prevención es necesaria y debe ser realizada a través de los exámenes de rutina del ojo, para analizar la vista, y así evitar posibles traumatismos. Cuando nacen, los bebés ya son examinados en este sentido. Es aconsejable que los niños hagan su primer examen completo de los ojos a los tres años de edad. Un examen más profundo solo se hace antes de esta edad cuando existe alguna condición específica o antecedentes familiares de problemas de la vista. A partir de los cinco años de edad, es recomendable que haga exámenes para analizar la vista, una vez al año.
    Los síntomas de problemas en la vista en el niño o bebé
    El sentarse muy cerca de la televisión, quejarse constantemente de dolor de cabeza y de ojos cansados, escribir cada vez más con la cara coladita al papel, sentir dificultad de leer a distancia, comprimir los ojos para ver algo que está alejado, perder el interés por la lectura y los estudios, tener dificultad para correr y parecer torpe en los movimientos, y presentar excesivo lagrimeo y escozor en los ojos, son algunas señales con las que puedes identificar si existen problemas o no con los ojitos de tu niño o niña. Además de estos síntomas relacionados a la conducta del niño, existen otros directamente relacionados a la apariencia como:- Cuando los ojos del bebé tiemblan o se desvian sin motivo alguno.- Cuando los ojos no siguen la cara ni la voz de los padres.- Cuando las pupilas de los ojos son demasiado grandes o pequeñas.- Cuando las pupilas de los ojos no son escuras y sí opacas, como se tuviesen un filtro nublado.- Cuando los ojos no se presentan alineados, y sí cruzados o volcados hacia fuera.
    La primera visita al oculista
    La primera visita al medico oftalmólogo debe ser realizada tan pronto sienta que es necesario. Listamos algunos motivos por los cuales debes llevar a tu hijo al oculista:- Cuando tu hijo parece que no ve bien. Emplea mucho esfuerzo para leer, para moverse, etc.- Cuando sospeche que la posición de los ojos de tu hijo no es correcta. Presenta desvios y sospechas de estrabismo.- Cuando existen antecedentes de alteraciones en la visión dentro de la familia.- Cuando tengan de 2 a 6 años para realizar una revisión completa, aunque no detecte nada anormal. El contenido suministrado aquí tiene un propósito meramente informativo. No está trazado para diagnosticar o tratar el problema de salud ni reemplazar la consulta médica. En caso de algún problema, consulta al pediatra del niño.

    El desarrollo visual de cada niño según la edad

    No hay duda de que la prevención es la mejor medida. Para eso, tanto los padres como los educadores deben estar con sus antenitas puestas que les permitan observar y evaluar la visión de los niños. Es necesario conocer el desarrollo visual de cada niño, según la edad que tenga. Así se podrá detectar adecuadamente y a tiempo, cualquier problema.
    Cuidados con los ojos en el primer año de vida del bebé
    En este periodo de su vida, el bebé se interesa por los objetos de mucho contraste. Los de colores fuertes son los que le llaman más la atención. Y cosas que estén a mucha distancia no le atraen. Por esta razón es aconsejable que estimule la visión de tu hijo con:- Muñecos, mobiles, materiales, y juguetes de mucho contraste.- Combinaciones como el blanco y rojo o amarillo y marron.- Buena iluminación en su habitación.- Cambios de posición de su cuna para que el bebé note diferentes panoramas. - Habla con el bebé cuando entre en su habitación. Y que las visitas o familiares hagan lo mismo cuando se acerquen al bebé.- Posiciónate delante del bebé y una vez que sientas que él nota tu presencia, mueva tu cabeza para que el bebé acompañe tu cara con los ojos. Eso le dará más habilidad visual.- Mueva suavemente a una linterna para que el bebé siga su luz. O bien use una cajita de luz para proyectar luces diferentes en la cuna.- Cuando el bebé ya se siente, experimenta poner un pequeño espejo colgado en las laterales de la cuna. Seguro que le llamará la atención.
    Cuidados con la vista de los niños entre uno a dos años de edad
    A esta edad empiezan la exploración de otros objetos que estén un poco más lejos. Es lo que va a estimular a tu bebé a gatear, caminar y correr. Bien como a coordinar ojo-mano. Lo que el bebé ve lo podrá tocar. Ya articulará juguetes, y se dará cuenta de las formas y del tamaño de los objetos. En este caso, estimula la visión de tu hijo:- Con juguetes de montar, de dados, de encajar y apretar, y que exijan una respuesta.- Poniendo objetos fuera de su alcance para que el bebé se esfuerze por cogerlo. Permita que él explore su alrededor, moviéndose libremente. Y a medida que va tocando los objetos, dígale el nombre respectivo. Eso le hará conciliar su visión con el lenguaje.- Usando objetos de mucho contraste, con brillos, y con luz.- Jugando con pelotas para que el niño pueda observar el movimiento de ir y venir del balón y que le apetezca empujarla. - Utilizando juegos de cartas para que el bebé intente ponerlas en orden.
    Cuidados con la vista de los niños de tres a cinco años
    Las habilidades de escritura y lectura son normalmente desarrolladas a partir de los 4 años. A esta edad el desarrollo visual es creciente. El niño usará su visión para leer y escribir, siguiendo visualmente de izquierda a derecha. Para ayudarle a que desarrolle aún más su visión es necesario que:- Le enseñe a seguir lineas en una pizarra o papel de arriba para abajo, de la izquierda a derecha, y en diagonal. - Estimula la relación conocimento y visión jugando con letras y números magnéticos.- Amplía la memoria de tu niño jugando con él al juego de la memoria, o al juego de montar palabras y números.- Enséñale a mover sus ojos de izquierda a derecha para leer, poniendo el dedo del niño en cada palabra que leas.- Estimula a que el niño relacione objetos con sus nombres respectivos.- Desarrolla la asociación de fotos con el objeto real.- Ayúdale a coordinar ojo-mano y ojo-pie, jugando a la pelota, al globo, o con una raqueta.- Juega con él con un rompecabeza, cubos, puzzles, dominós, y blocos.
    Cuidados con la vista de los niños de cinco a ocho años
    En este periodo es conveniente, a padres y educadores, observar si el niño tiene o no dificultad para leer la pizarra, libros, etc. Es necesario detectar lo más temprano posible si el niño necesita de condiciones y materiales especiales para ver. Y para eso, es aconsejable que:- Le facilite libros con tamaño y formas de letras de acuerdo para su edad.- El niño estudie en un ambiente con buena iluminación. Sitúa su mesa de estudio al lado de una ventana. La luz natural es la mejor.- Proporciónale un lugar para que el niño lea y estudie.- El niño se posicione al menos a 60 cm de distancia del ordenador. Y también a una buena distancia de la televisión. Y que no exponga delante de las pantallas más que una hora al día.- Realiza una revisión oftalmológica por parte de un especialista si se detecta alguna anomalía en los ojos del niño.El contenido suministrado aquí tiene un propósito meramente informativo. No está trazado para diagnosticar o tratar el problema de salud ni reemplazar la consulta médica. En caso de algún problema, consulta al pediatra del niño.

    Cómo elegir las gafas para tu hijo

    Problemas de visión como la miopia, el astigmatismo, la hipermetropía, o el estrabismo, si no son tratados a su debido tiempo, acaban por dificultar el aprendizaje del niño. Sus actividades, de una forma general, se verán afectadas, lo que puede llevarle a sentirse molesto y rechazado socialmente. Un niño que juega al baloncesto teniendo miopia, y sin corrección, va a sentir dificultad para moverse y encestar la pelota. Y como casi siempre pasa, este niño ya no podrá ser bien recibido en su equipo.
    Modelo de gafas adecuado a los niños
    Las gafas no son solo para las personas mayores aunque presentan diferencias de adaptación según la edad que tenga la persona. No es lo mismo usar gafas tratándose de una persona mayor que cuando se trata de un niño. Las actividades y el medio social son muy distintos. Para un niño el uso de gafas no es nada agradable. Muchos no consiguen adaptarse, otros se ven raros y feos, se olvidan de usarlas, no respetan los cuidados, y se quejan de que sus amigos se burlan de él. En este caso, los padres son los que deben animar al niño. Hágale saber de su importancia. Explícale que es la única forma de solucionar el problema que tiene en su visión. Búscale un modelo de gafas de acuerdo a su gusto y criterio. Hoy en día, la oferta es grandísima. Se puede encontrar infinitos colores y estampas, y de los más variados modelos. Y a unos precios, dependiendo del tipo de lente que se va a usar, asequibles. Modelos como el de Harry Potter, el mago inglés, están de moda. Gracias a la aparición del brujito, muchos niños ya presumen de usar gafas.
    Cómo elegir las gafas del bebé y del niñoComo decía anteriormente, existe una gran variedad de modelos de gafas en el mercado. Las opciones son tantas que los niños pueden elegir el modelo que combine mejor con su rostro, y con lo cual se sentirá más a gusto. Ya que es él el que va usar las gafas, respete su opinión y elección. En lo que puedes y debes intervenir y cuidar es cuanto al tipo de lente que será puesta en la montura. Para los niños, la mejor lente es la de policarbonato. Son más finas y más seguras, disminuyendo así el riesgo de lesiones oculares en el caso de que se rompa. Se debe también prestar atención al tipo de hastes que tenga la montura. Que sean firmes y estables para evitar que las gafas se caigan, pero que no estén apretadas para evitar los dolores de cabeza.
    Consejos para elegir las gafas del bebé y del niño1- De 0 a 3 años de edad. La visión de los bebés debe ser examinada en sus primeros meses de vida. Comente sobre este cuidado durante las revisiones con el pediatra. A los tres años de edad es conveniente hacer un examen más profundo. La prevención es la palabra del momento.2- De 3 a 6 años de edad. Acuérdate siempre que los niños que necesitan usar gafas y no las usan, acaban por tener una visión distorcionada del mundo. Cuanto antes corregir el problemas, mejor que mejor. 3- De 6 a 9 años de edad. Muchos niños querrán mejorar su imagen usando lentes de contacto. Según los especialistas, eso se puede hacer, pero lo más recomendable es que el niño solamente use lentes de contacto a partir de los once años, cuando tenga más responsabilidad y más control para hacerse cargo de la limpieza correcta que requieren las lentes de contacto.
    Cuentos para los niños y bebés con gafas

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    1. Osito estrena gafas Marsha WhiteOsito ha ido al oculista y está triste. Necesita llevar gafas. Pero entonces descubre que los perros llevan zapatos, los pájaros llevan tutús y los cocodrilos, ¡correctores dentales!. Esta visión del mundo, un poco loca pero tranquilizadora, se combina con muchos elementos interesentes para ver y tocar, haciendo de este libro una creación diferente y especial.